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jueves, 4 de febrero de 2016

Torres del Paine II: El Testimonio de mi compañero Cristián Alfero (autorizado)





PERIPLO A TORRES DEL PAINE

BASE DE LAS TORRES

Ayer (22 de Febrero del 2016) llegamos a la Hosteria Torres.
Emocionados x armar nuestro campamento base. El clima, inmejorable. Salimos raudos para aprovechar el día hacia nuestro primer trekking del Periplo.....la mítica Base de las Torres.
Mucho equipo a estrenar, llenos de marcas registradas top como Marmot, The North Face, Goretex, Salomon entre otras, todas vírgenes de la realidad que se venía.
Casi sin sentirlo y de buen ánimo llegamos al campamento Chileno, sintiendo que parte importante de la tarea se había cumplido en razonables condiciones y que solo faltaba algo más.....
Un pequeño aro, y emprendemos camino a las bases. Hipnotizados por el ruido del río y lo increíble del bosque, seguimos subiendo casi sin pensarlo. Quedaba muy poco y no habíamos sentido el peso del legendario trekking. Sorpresivamente, el paisaje cambia. Las Torres siguen esquivas. Desaparece el bosque y se nos viene una pared árida de rocas infranqueable. Atónitos, buscábamos con esperanzas por donde debía seguir nuestro camino a las bases. Pero, lentamente empezamos a entenderlo. Solo a 1.000 metros del objetivo, estaba el real obstáculo a vencer. Casi sin crearlo, empezamos a ver cómo hormigas a la distancia entre las rocas. Horror, eran otros ilusos que como nosotros habían llegado hasta este punto sintiéndose ganadores antes de haber conseguido nada.
Seguro que muchos intuíamos que era una locura, que no había para que. Que las Torres se veían imponentes desde acá!! Para que esta locura...?  Pero el hombre está hecho de desafíos y ya estábamos tan cerca. No podíamos fallar. Era el primer día. Lentamente comenzamos a subir, casi como autómatas, comienzan los dolores, los calambres, las fuerzas parecen extinguirse, pero seguimos, impulsados por ese pundonor muchas veces torpe y por las caras de nuestros colegas de jornada que regresaban con la satisfacción de la misión cumplida. Ese yo interno que nos dice, si ellos pudieron, como no voy a ser capaz yo. Tarea ardua, dolorosa, lenta. Parece que no avanzamos. Tan lento que mi Nike running que nos había acompañado toda la jornada indicándonos km tras km como vencíamos a esta leyenda, pese a todo nuestro esfuerzo, repetía incesantemente "deteniendo entrenamiento "!!! Pero si estoy haciendo un esfuerzo sobre humano, me estoy moviendo. Como este programa de mierda no se da cuenta!! Se hace insoportable y lo apagamos. Seguimos a penas, pero no se ve el final, las Torres están ahí, pero parecen inalcanzables. Un pensamiento repentino....después hay que volver!!! No puede ser. Ya nuestras fuerzas se extinguen pero tenemos que desandar esta locura.  Cuando ya creemos finalmente haberlo logrado, el camino nos lleva hacia abajo. Sorprendidos comenzamos a buscar el error. Será por acá, me habré equivocado..? A lo lejos aparece otro sobreviviente lo que confirma lo ilógico, pese a estar tan cerca, hay que bajar...... Una vez más esta ruta nos sorprende, giro a la izquierda y ahí están majestuosas, imponentes, sorprendentes. Por unos instantes se nos olvida el dolor, los calambres, el esfuerzo al limite. Hipnotizados por la belleza de la naturaleza y por haberlo logrado, descansamos unos minutos y emprendemos el regreso. La adrenalina del logro nos llevan como autómatas y el orgullo de haber llegado nos anestesia. El regreso se hace eterno, las distancias parecen infinitas, soñamos con la llegada, con una ducha, con la comida.
Finalmente lo logramos Hosteria Torres a la vista.....pero, que pasó con el camping. Si estaba al lado!! No se ven las carpas....
Nos resignamos a que el tiempo y la distancia dependen del medio... Continuamos paso tras paso hasta que comienzan lentamente a aparecer unos puntos multicolores. Llegamos!! Parece un sueño. Estamos exhaustos, pero es recién el primera día!!

La primera noche fue larga con añoranzas de nuestras camas. Cerca de las 5 AM ya había claridad, luego las primeras gotas se dejan sentir. Horror, todo va a ser un barrial, como vamos a levantar el campamento bajo la lluvia? Entrará el agua a la carpa? Todos preguntas clásicas de un afuerino no acostumbrado a estas lides.
Rápidamente entendimos que la generosa madre tierra tiene todo preparado para estas situaciones muy habituales en estas latitudes. La tierra y el pasto absorben la lluvia casi sin esfuerzo. Por otra parte el chaparrón no fue tal y aprendemos que en las carpas la lluvia se magnifica. Luego el tiempo cambia de nueva. Nos levantamos, primer desayuno, armamos las mochilas y partimos esta aventura rumbo al Camping Serón.

HOSTERIA TORRES - SERÓN

Esta es la más amable de las caminatas. 13 km sin grandes dificultades, pero esta vez llevábamos con nosotros algo más que nuestros recuerdos y pensamientos. Llevábamos nuestro campamento, víveres, abrigo y alimentos de los próximos varios días. Esto realmente hacía una diferencia. Comienzan las subidas agrestes, pedregosas, implacables seguidas de sinuosos caminos que nos llevaban a nuestro destino.

Caminábamos bajo un sol agradable , a ratos sofocante, pero luego una que otra nube lo arreglaba todo. Hasta unas pocas gotas que amablemente refrescaban nuestro andar. Casi sin darnos cuenta, las pocas gotas se fueron intensificando y la luminosidad del día desapareciendo..... Ráfagas de viento se intensificaron y se nos vino el diluvio. El Periplo continuaba esta vez bajo una intensa lluvia que nos mojaba hasta el alma. Goretex no fue capaz con este aguacero. El panorama no era alentador. Se veía a muy corta distancia y parecía que llovería por días. Bajamos al llano bajo el chaparrón. Al nivelarse el terreno, las gotas fueron disminuyendo y nuestro horizonte se agranda. Aparece más de un hermoso valle bañado por el majestuoso río Paine.
Pronto, el sol nuevamente con nosotros. Serón debe estar cerca, terreno plano, bañando por el río, solo faltaba nuestro Camping. Sin embargo, se hacia esquivo. Cada vez que creíamos ver la multicolor señal de nuestro destino, resultaba ser un truco de la naturaleza que nos engañaba, tal y como un espejismo en el desierto. Esta etapa se hace eterna, ya queremos llegar, pero nada. Repentinamente una señal indica Camping Serón, ya llegamos. Algunos compañeros de ruta celebran la llegada. Sin embargo, Serón no aparece. Quien va a poner un letrero indicando algo que no hay?? Porque tan lejos del lugar de destino, seguro que todos pensábamos, pero había que seguir. A la vuelta de un bosque, finalmente nuestro destino!!!
En Serón nos recibe un sol radiante que nos ayuda a secar toda nuestra ropas y zapatos. Varios llegamos exhaustos y con ganas dejar esta historia hasta acá. Una cosa era hacer trekking por el día, pero algo diferente era hacerlo cargando 18-20 kilos en la espalda. Luego de una abierta conversación se decide dejar la decisión para después de la siguiente jornada que era la más extensa. Casi 20 KM hasta Dickson.

En un relajado ambiente todos echados bajo el sol y reponiendo fuerzas. Hay un cierto viento que augura cambios en el clima. Por estas tierras se dice que en cada día hay las cuatro estaciones. Más tarde, preparamos al abrigo de un quincho nuestra cena. 
Esa noche pensamos que perdíamos la carpa, el viento y luego la lluvia nos azotaron implacablemente. La carpa se retorcía ante los constantes embates del viento. Sin embargo, llegó el nuevo día y nuestro campamento había resistido perfectamente esta batalla.
Levantamos campamentos y partimos esta larga jornada con energías renovadas. Era algo como mágico. Hace unas horas nos dolía cada uno de los músculos y hoy dejábamos atrás Serón en busca de Dickson.

SERÓN - DICKSON

Esta jornada era lo prometido un largo recorrido por hermosos paisajes. Subidas extenuantes seguidas de Largas y ventosas caminatas pasando por el lago que la da origen al Imponente Río Paine. Luego nos internamos por bosques hasta que parece Coirón. Un punto de la Conaf en el que hay que registrarse. Comenzamos ya a reconocer a muchos de los caminantes que van con nosotros. Descubrimos que nuestra amiga austriaca había pasado muy temprano por ese punto. También un matrimonio Belga, unos muchachos de Puerto Montt y otros de Valparaiso, entre varios más.
En Coirón almorzamos, reponemosagua de un pequeño estero y seguimos adelante.
El camino se empieza a hacer eterno. Los letreros de las distancias nos confunden. Avanzamos sobre troncos y tablones. Todo semi inundado. Al agotamiento de las fuerzas se suma el siempre cambiante tiempo y comienza a llover una vez más . No llegamos a destino y el tiempo empeora. Cuando ya las esperanzas se perdían y bajo una lluvia tupida, tras una subida agotadora aparece el Lago Dickson, el glaciar al fondo y abajo el Camping con sus instalaciones. La felicidad nos embarga, sentimos la tarea cumplida, pero el Paine siempre nos sorprende. Luego de desembobarnos del paisaje, entendemos que para llegar al destino , aún debemos rodear el río, subir una ladera y luego enfrentar una de las más abruptas bajadas, casi un vacío para bajar a las hermosas y verdes llanuras que rodean el lugar.
No importa! Llegamos! Cumplimos! .....pero sigue lloviendo y debemos armar campamento en estas condiciones. El viento nos acompaña en forma permanente. Estamos mojados, las duchas son muy básicas y luego hay que recorrer una larga distancia a la intemperie. Tampoco hay facilidades para cocinar, debemos haber llegado unas 80 carpas y no hay un techo donde cocinar y guarecerse de la lluvia y el viento. Mojados y sin poder secar nuestra ropa como mágicamente Serón nos había regalado el día anterior era francamente un desastre. Teníamos mucho frío. Preparamos una sopa a la intemperie que nos revivió el alma!!
Luego, acudimos al "Store" en que se decía graciosamente al preguntar por el horario de atención que era de 10 a 10 en horario discontinuado...... ya que a veces estoy y otras no estoy!!!
Había Pan que llevábamos 3 días sin comer!! Sándwich de Salame y mayo y nos cambio la vida.
En toda la noche no dejó de llover gentilmente y haber viento que resoplaba con violencia entre los grandes árboles que nos rodeaban.

DICKSON - LOS PERROS

Como cada amanecer. Ánimos redoblados. Una tremenda sorpresa es que nuestros amigos consiguieron desayuno en el refugio!! Cerelaes, yogur, huevos, tostadas, un banquete!!!

Nos vamos a Los Perros, confiando en que tendremos buen clima para hacer el temido cruce John Gardner para el que hay que subir a 1.200 Mts de altura.
La jornada no se presenta fácil, y representa la clara determinación de ir por la "O". 
Luego del reponedor desayuno, tomamos nuestras mochilas y comenzamos un nuevo Periplo. Esta vez el camino se presenta más amable. Luego de un abrupto comienzo en que subimos bastantes metros casi escalando los cerros por el bosque se llega a un sendero que va suavemente tomando altura por entre milenarios bosques de Lengas y Coigües, cruzando de vez en cuando algunos rios y quebradas. En la medida que vamos subiendo el bosque se torna menos denso hasta que nos volvemos a encontrar con una montaña de piedras por la que hay que subir. Nada nuevo a estas alturas. Al llegar a la cima, algo jadeantes, se presenta ante nosotros un glaciar fantástico, colgando de la montaña y abajo la laguna que recibe sus deshielos. Caminamos un kilómetro más por el lecho de un río y llegamos a Los Perros. Esta era la primera vez que llegamos en una condición razonable, sin haber sido sometidos a nuestro límite. Estamos todos de mejor ánimo. Es temprano y el Camping Los Perros está bajo un bosque de Coigües milenarios con un quincho con mesas para preparar la comida. Decidimos preparar almuerzo por primera vez. Ravioles con Creme Brulee de postre. Un lujo. El ambiente era muy simpático, todos nuestros compañeros de ruta, experiencia y sufrimiento. Estaba el gringo Michel de los Seahawks, luego llegó Anne de Austria con su amiga francesa, también el matrimonio belga, los españoles entre muchos otros.
En la tarde siesta y relajo para luego comer y acostarnos temprano, ya que nos dijeron que debíamos salir temprano si queríamos hacer el cruce. El día anterior estuvo cerrado, y ese día habían cruzado a 100 personas con un arriero al frente y otro al final ya que las condiciones no eran buenas y había mucho viento y nieve. Se nos venía a el día D. 
Nos fuimos a dormir sabiendo que la jornada más difícil estaba por venir.

LOS PERROS - PASO JOHN GARDNER - CAMPAMENTO PASO

Nos levantamos a las 6 AM. Desarmamos campamento y como nos habían dicho a las 8 AM salimos a la cancha. Nuestras mochilas son ya parte natural de nuestro andar. Inmediatamente nos enfrentamos a unos ascensos importantes entre zonas boscosas con mucho barro, ramas y raíces por todos lados. Se hace muy difícil el avanzar. Mucho barro y ramas que obligan a maniobras complejas. Varios van resbalando y cayendo. Seguimos adelante. Luego unos pedregales tipo lecho de río que deben ser bajadas de aguas invernales y nuevamente bosques. Vamos ganando altura hasta que ya no hay más vegetación. Adelante solo la montaña y una fila de hormigas multicolores subiendo entre las rocas por algo que debiera ser una ruta pero que sin embargo en muchos momentos es difícil de seguir. Concentración y fuerza es la consigna. Paso a paso, metro a metro vamos avanzando. El esfuerzo es grande. Él Paine ha sido bondadoso con nosotros y nos ha dado una ventana de tiempo para poder cumplir. Después de mucho esfuerzo, llegamos a la cima del cruce John Gardner!!! y de inmediato como premio al esfuerzo aparece frente a nosotros el glaciar Grey y el final de campos de Hielo sur. Una vista increíble!!!
Descansamos unos minutos emborrachados por el paisaje y la satisfacción de haberlo logrado, pero hay que seguir. Queda la bajada hasta el campamento Paso que es de alta complejidad. Continuamos camino junto al glaciar y bajando en algo cercano al vacío. Alguien diseño unos peldaños para hacer más fácil la bajada/subida, pero la verdad es que tiene una altura solo digna de jugadores de la NBA. Producto del mal tiempo de los días anteriores todo esta muy mojado y resbaladizo. Varios caemos o resbalamos más de una vez. Un guarda bosques de la Conaf nos advierte que había se había accidentado una mujer y que los guardias del campamento Paso la habían tenido que bajar.
Redoblamos los cuidados, pero queremos llegar pronto. La bajada sigue insufrible, entre bosques y acantilados, siempre flanqueados por el majestuoso glaciar Grey.
Finalmente aparece nuestros amigos belgas y nos dicen llegamos!!
Qué alegría, que alivio. El lugar es mínimo, una pequeña semi planicie en el cerro. Logramos encontrar un lugar para montar campamento. Preparamos nuestro almuerzo y compartimos con gringos, alemanes, chilenos, holandeses, españoles. Ya somos todos un gran equipo.
No contentos con haber hecho el paso, bajamos a ver el glaciar Grey junto a Francisco, andinista amateur de Osorno y paramédico de profesión. 
Sin darnos cuenta sigue llegando gente y el Paine nos vuelve a sorprender. Comienza a llover y todo empieza a ponerse barroso. El campamento se sobre puebla y las carpas brotan como callampas por doquier. Al menos tenemos un quincho para preparar la comida protegidos de la inclemencia del tiempo. Comida caliente seguida de postre de manzanas calientes liofilizadas y buena conversa con el variopinto grupo.
Nos vamos a dormir y la lluvia nos acompaña incesantemente durante toda la noche.

PASO - GREY

Amanece en el campamento Paso y comienzan una vez más el proceso de ordenar, desayunar y levantar el campamento. Salimos una vez más. Esta vez el destino es el Camping Grey. 5 horas de bajadas, subidas, quebradas y quizás que más.
Desde un comienzo la jornada se presenta difícil. Las lluvias de la noche hicieron estragos en el camino. Pero nada que ya no hubiéramos pasado. Seguimos adelante. Cada cierto tiempo el glaciar aparece en todo su esplendor haciéndonos olvidar por un momento los esfuerzos desplegados hasta ahora. Adicionalmente a todo lo anterior, este trayecto nos hace enfrentar el vértigo de la altura, cruzando un par de puentes colgantes precarios sobre quebradas de gran altura.
Llegamos a una zona más plana de bosques de Lengas milenarias que auguraban un pronto arribo. Luego, un letrero abre nuestras esperanzas, Camping Grey!! Hemos llegado. Sorprendentemente equipado en referencia a todo lo anterior. Esto es un lujo!!
Un tímido sol y una suave brisa nos ayudaron a secar  y limpiar las carpas que habían quedado en una pobre condición después de la lluvia en El Paso.
Almorzamos relajadamente y terminamos de montar el campamento.
Luego, lo más esperado de nuestra llegada a Grey. La ducha caliente. Un lujo que ya parecía olvidado.
Repuestos y acicalados, nos fuimos al bar del refugio Grey a tomar algo y relajarnos.

Nuestra penúltima noche en el Parque se presenta muy tranquila con poco viento y sin lluvia. Dormimos bastante bien.

GREY - PAINE GRANDE

En la mañana, diana temprano con desayuno en el refugio para reponer fuerzas.... Un manjarsssss!!!
Luego a desarmar el campamento y partimos de nuevo con destino a Paine Grande. La jornada se presenta como fácil con los últimos 11 km de Periplo, sin embargo, como  ya hemos dicho no hay que confiarse ya que el Paine siempre te tiene una sorpresa. Esta vez con un clima y nivel de dificultad razonable sufrimos el primer accidente de esta aventura, con caída y rompimiento de nariz de uno de los trotamundos.
De cualquier manera, llegamos todos a Paine Grande y cumplimos con uno de los objetivos más obvios pero no por eso menos difíciles de estas jornadas que era el completar el giro de este imponente macizo, por su parte posterior, la menos conocida y visitada, dado el alto nivel de esfuerzo y dificultad que tiene, lo que experimentamos en carne propia en los últimos 7 días con casi 100 km recorridos por rutas y senderos muchas veces inhumanos, con 18 kg en nuestras espaldas. Estamos francamente felices y orgullosos de nosotros y del grupo. Concretamos un desafío importante con gran esfuerzo y superando muchas de nuestras limitaciones físicas y mentales.

Desde aquí tomaremos el catamarán que nos llevará a Pudeto para luego regresar finalmente a la civilización en Puerto Natales.

Autor:Cristián AlferoPara la posteridad (y nosotros)

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